martes, 11 de agosto de 2009

Historia de las adicciones en la España Contemporánea. I parte Alcohol

Historia de las drogas

Tenemos la impresión de que las drogas son totalmente nuevas en nuestra sociedad, e ignoramos por qué se produce su presencia entre nosotros. Lo que pretendemos es que sepamos un poco más de la historia de las drogas y comprendamos que no es una “moda” nueva de este siglo.
El alcohol y el tabaco

Empezaremos por las dos sustancias más propias de la cultura mediterránea, una por importación en 1942 tras el “descubrimiento de América”, por parte de Cristóbal Colón, el tabaco y la otra porque es nuestra droga transcultural desde hace más de 10000 años, el alcohol.
  • El alcohol

En cuanto al alcohol cabe decir que el consumo originario y primitivo se basaba única y exclusivamente en las bebidas fermentadas, a partir de algunos frutos y cereales, fabricándose de estos últimos la cerveza, de la uva el vino y de la manzana la sidra fundamentalmente.

Pero en la edad media se introdujo un aparato, el alambique, que permitía destilar estas sustancias y producir un alcohol, o al menos unas bebidas de mayor concentración alcohólica.

Durante el siglo IX se descubrió la destilación del vino, produciendo así bebidas de más alta graduación y en el siglo X se halló el procedimiento para obtener alcohol por la fermentación de las harinas. y después toda una amplia gama de graduaciones, sabores y aromas, coñac, ginebra, vodka, whisky, etc…

Con lo que a partir de siglo XV aproximadamente la posibilidad de consumir bebidas de alta graduación alcohólica se fue incrementando, llegando a verse momentos en la historia en la que podemos hablar de verdaderas epidemias, como la “epidemia de la ginebra”, en Inglaterra entre 1720 y 1740, lo que obligó al gobierno inglés a intervenir en el control y regular el consumo.

Durante aquellos años, y coincidiendo con la aparición de la mecanización industrial nos encontramos con un exceso de mano de obra, originando en el año 1821 las primeras revueltas de la industrialización, ya que ante el sobrante de obreros los sueldos se congelaron cuando no disminuyeron, empeorando las condiciones de vida del proletariado.

Este efecto industrializador de algunos puntos de España, País vasco, Cataluña y algunas zonas de Valencia, trajo como consecuencia la sobreexplotación de la mano de obra y al mismo tiempo un cambio en las condiciones de vida del proletariado, que se refugió en muchas ocasiones en la taberna y en el consumo de bebidas alcohólicas, que en ocasiones servía para aguantar las duras condiciones de trabajo. Esta forma de utilizar la bebida se extendió también a algunas zonas mineras, como por ejemplo Asturias.

La alimentación era escasa, apareciendo como principales problemas: el elevado consumo de alcohol - lo que repercutía en frecuentes disputas familiares y en continuos malos tratos para la mujer.


Entrados ya en el siglo XX se seguía observando la preocupación en artículos presentados a juegos florales y publicados entre los años 1900 y 1901, en estos escritos se encontraban varias referencias a las condiciones de la clase obrera y en todos se hacía mención a la embriaguez y al bochinche (taberna) como problema social de clase.


En muchas ocasiones el enfoque que se tenía del alcoholismo era exclusivamente moralista, poniéndolo en el mismo nivel que la blasfemia o la pornografía:

El taller o fábrica, debiera ser una escuela de buenas costumbres, en donde el obrero adquiera la instrucción y competencia técnica necesaria, debe considerarse como un lugar sagrado para el obrero. Pero no sucede así. La blasfemia, la embriaguez, la pornografía, y otras mil plagas que no sirven más que para distraer la mente del obrero en el trabajo degradándola y embruteciéndola por lo criminal, tolerancia y poca vigilancia que los patronos tienen en sus fábricas, se extiende de una manera alarmante.
¡He ahí la causa de la inmoralidad en los talleres!”.

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