viernes, 25 de septiembre de 2009

Historia de las adicciones en la España Contemporánea. I parte, Tabaco

Ahora es el turno de hablar del tabaco.

  • Tabaco

En un principio el tabaco llegaba a España con los indígenas, pero debido a la gran demanda nacional que existió en nuestro país a partir de la segunda mitad del siglo XVI, comenzó a llegar
de la mano de los colonos.


El desarrollo del tabaco comenzó en la marinería, para extenderse después a los sectores marginales y grupos sociales de rentas muy bajas. Sin embargo, la evolución del hábito de fumar tabaco dio lugar a que los grupos de rentas más altas se apropiaran de esta práctica,
produciéndose así un aumento del consumo que no escapó a la sutileza de Hacienda. Poco a poco, esta abrumadora expansión del tabaco hizo que los gobiernos vieran la posibilidad de un gran negocio. El aumento del consumo provocó una mayor fabricación y venta, lo que obligó a sustituir la fabricación artesanal por la industrial, y se fue creando un comercio internacional que, hoy en día, sigue teniendo mucha importancia.

En España y en sus colonias se prefería el tabaco enrollado en forma de cigarro, y después el cigarrillo, en el resto de Europa prevaleció la pipa.


En el siglo XVII se comenzó a aspirar rapé por la nariz; pero la gran moda del rapé corresponde al siglo XVIII, que fue un signo de distinción social.


El tabaco para masticar (que se preparaba en “cuerdas”, mezclando regaliz y otros productos) fue siempre patrimonio de la gente de mar, por la obvia dificultad de fumar durante la maniobra de las velas. En Barcelona, se fabricaba papel de fumar ya en el siglo XVII y a mediados del siglo XIX se empezaron a fabricar cigarrillos en Francia e Inglaterra.


El tabaco de humo (sin previa elaboración) quedaba destinado entonces al resto de la sociedad, y el consumo de rapé (tabaco aspirado) se convertía en el mayor ritual costumbrista y social de Europa propio de las sociedades burguesas y aristocráticas. Pero a finales de ese siglo se produjo un cambio en los hábitos de consumo de tabaco. De nuevo, los grupos sociales con más renta acabaron por apropiarse del tabaco de humo, hasta entonces considerado como mercancía
marginal, abandonando cada vez más el rapé.


Desde finales del siglo XIX y comienzos del XX, el cigarrillo ostentó ya una primerísima posición en el mercado. Y mientras el abaratamiento y la masificación de la producción contribuyó a que todas las clases sociales tuviesen un fácil acceso al tabaco, las formas antiguas de tomarlo fueron quedando relegadas al pintoresquismo y la rareza curiosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario